El pasado 7 de noviembre RTVE emitió el documental Miguel Hernández, dirigido por Pedro Carvajal con idea original y argumento de Alfonso Guerra. El trabajo fue encargado por la Fundación Pablo Iglesias, la sociedad estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y TVE a "Es.Docu producciones" con el objetivo de recordar a Hernández en el año en que se cumple el centenario de su nacimiento.
La película, de 85 minutos de duración, aúna cuatro planos de voces que nos conducen, desde el presente de las distintas cárceles donde Miguel Hernández vivió su calvario y agonía, al pasado, a través de flash backs por tres historias que se desarrollan en paralelo: la vida de Miguel Hernández, la obra del poeta y el contexto histórico.
Entre todas las voces del documental (la de Miguel Hernández, interpretada por José Luis Gómez que lee sus poemas; la voz de un narrador que cuenta la biografía en pasado; las voces de sus contemporáneos y las de sus estudiosos) nos ha llamado poderosamente la atención el testimonio de Marcos Ana y Melquisedec Rodríguez, compañeros de presidio. Éste último cuenta una anécdota ocurrida en septiembre de 1940 que destaca la valentía del poeta estando preso, ya que defiende el derecho de una madre a despedirse de su hijo. Cuando el sargento le pregunta quién lo pide, el poeta responde:
Otro aspecto destacable de la producción es la conjunción de imágenes de archivo, imágenes rodadas en los entornos recorridos por el poeta y animaciones, realizadas por LA SANGRE, que ilustran el período carcelario de la vida de Miguel Hernández, así como fragmentos de sus poemas.
En resumen, una excelente homenaje a la obra y la vida del escritor.
Fuente: Fundación Pablo Iglesias
La película, de 85 minutos de duración, aúna cuatro planos de voces que nos conducen, desde el presente de las distintas cárceles donde Miguel Hernández vivió su calvario y agonía, al pasado, a través de flash backs por tres historias que se desarrollan en paralelo: la vida de Miguel Hernández, la obra del poeta y el contexto histórico.
Entre todas las voces del documental (la de Miguel Hernández, interpretada por José Luis Gómez que lee sus poemas; la voz de un narrador que cuenta la biografía en pasado; las voces de sus contemporáneos y las de sus estudiosos) nos ha llamado poderosamente la atención el testimonio de Marcos Ana y Melquisedec Rodríguez, compañeros de presidio. Éste último cuenta una anécdota ocurrida en septiembre de 1940 que destaca la valentía del poeta estando preso, ya que defiende el derecho de una madre a despedirse de su hijo. Cuando el sargento le pregunta quién lo pide, el poeta responde:
"Yo soy Miguel Hernández, un preso,
¿pero usted es Miguel Hernández?
Sí, pero ahora soy un preso. No soy más"
¿pero usted es Miguel Hernández?
Sí, pero ahora soy un preso. No soy más"
Otro aspecto destacable de la producción es la conjunción de imágenes de archivo, imágenes rodadas en los entornos recorridos por el poeta y animaciones, realizadas por LA SANGRE, que ilustran el período carcelario de la vida de Miguel Hernández, así como fragmentos de sus poemas.
En resumen, una excelente homenaje a la obra y la vida del escritor.
Fuente: Fundación Pablo Iglesias
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