Cuando decidimos, hace ya seis años, embarcarnos en el proyecto de dinamizar la biblioteca escolar de nuestro instituto ésta no existía como tal. Lo que teníamos era un espacio físico amplio, un mobiliario totalmente inadecuado y un fondo compuesto en su mayoría por obras clásicas. La suma de todo aquello no era una biblioteca escolar porque "no se vivía" en el centro, es decir, no era visible.
Actualmente nuestra biblioteca no tiene nada que ver con aquella primera que nos encontramos. No sólo se ha transformado físicamente sino que tiene una destacada presencia tanto en nuestra comunidad educativa como en la Web 2.0. Los factores que explican este cambio son varios, aunque entre ellos destaca por encima de otro cualquiera el trabajo, un trabajo muchas veces sin horarios, pero sobre todo planificado.
Diseñar un plan de actuación en nuestra biblioteca durante el curso escolar es fundamental, siguiendo siempre una serie de indicadores (qué vamos a hacer, cuándo lo desarrollaremos y quién es el responsable de llevarlo a cabo). Previamente necesitaremos saber en qué situación se encuentra la biblioteca y para ello os recomendamos dos estudios: Bibliotecas escolares ¿entre interrogantes? Herramienta de autoevaluación. Preguntas e indicadores para mejorar la biblioteca, elaborada por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Plan de trabajo y autoevaluación de la biblioteca escolar, editado por la Junta de Andalucía.
En nuestro caso hemos establecido acciones trimestrales como puede observarse en el documento que os dejamos:
Deseamos que esta breve reflexión sobre el trabajo en la biblioteca escolar os ayude en vuestra labor.
muchisimas gracias
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