Siempre me han llamado la atención las bibliotecas que atesoran innumerables volúmenes perfectamente alineados y el silencio sólo perturbado por el crujir de la madera bajo nuestros pasos al entrar en estos recintos anclados en el pasado. Sin embargo también me seducen los reducidos espacios en los que amontonan multitud de libros en un caótico desorden, testimonio de las preferencias lectoras de sus dueños.
En este caso la foto que ilustra nuestra entrada nos presenta la biblioteca de Allan Stewart Königsberg, más conocido como Woody Allen. En las estanterías se entremezclan libros en rústica y en tapa dura, todos ellos desgastados, señal inequívoca de que nuestro autor y director ha leído cada uno de ellos. Esta luminosa estancia, mobiliario de la década de los años treinta, nos traslada a un pasado repleto de recuerdos, de vivencias y de historias que duermen en silencio.
Bibliotecas de ricos y famosos en este enlace.
Fuente: biblioFotoTeca
Bibliotecas de ricos y famosos en este enlace.
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